ANDALUCÍA

¿Qué hay de nuevo, andalucismo?

  • En plena polémica por qué es Adelante Andalucía, cuartopoder repasa con distintos referentes de expresiones andalucistas el momento actual del andalucismo
  • Teresa Rodríguez, Toni Valero, Martina Velarde, Pilar Tavora, Esperanza Gómez, Maribel Mora, Joaquín Bellido, Óscar Reina, Rubén Pérez Trujillano y Jesús Jurado

0

Hace dos años publicábamos en cuartopoder un reportaje titulado ¿Hacia un nuevo andalucismo?. Faltaban, entonces, seis meses para las elecciones andaluzas del 2-D del 2018 que sacarían al todopoderoso socialismo andaluz de la Junta y darían una nueva mayoría parlamentaria, con la entrada con fuerza de Vox, que permitiría a PP y Ciudadanos tomar el Gobierno. Por aquel entonces, arrancaba el proyecto Adelante Andalucía, una confluencia entre Podemos, IU, Primavera Andaluza e Izquierda Andalucista, y, paralelamente, el debate sobre la influencia social, cultural y política del andalucismo tomaba fuerza décadas después. Una simple comparación en Google entre el número de entradas con la expresión “nuevo andalucismo” antes y después de aquel reportaje evidencia cómo el debate ha tomado vuelo desde entonces.

Hoy, el debate sigue candente. Políticamente, por un lado, la llegada de Juanma Moreno Bonilla a la Presidencia andaluza le ha convertido en uno de los barones territoriales más poderosos del PP de Pablo Casado y, tal y como hace el gallego Alberto Núñez Feijóo, se hace servir del simbolismo andaluz para diferenciar su gestión de Madrid. Por otro lado, una Susana Díaz herida políticamente intenta asimilar andalucismo a PSOE, tal y como ha hecho el socialismo andaluz en las últimas décadas, para acercarse a la raigambre popular frente a las derechas y ultraderechas. Por último, las interminables disputas internas a la izquierda del PSOE, en el seno y alrededores de Adelante Andalucía, hacen que el andalucismo siga siendo un término en disputa en este campo. Más allá de lo político, las nuevas generaciones se politizan en un contexto en el que lo cultural y social del ámbito andaluz adquieren especial importancia y la reivindicación de soberanía no llega solo desde partidos políticos.

En cuartopoder volvemos a hablar con personas relevantes en el espectro político de la izquierda al PSOE-A y defensoras del hecho nacional andaluz. Antes de que la pandemia llegara para modificarlo todo, Teresa Rodríguez y Pablo Iglesias representaban, mediante un abrazo, una ruptura pactada. Anticapitalistas dejaba Podemos y el partido morado de Andalucía, siempre liderado por esta facción, ha celebrado nuevas primarias hace unos días que han aupado a Martina Velarde, próxima a Iglesias, al frente de la formación. En IU, hace algo más de un año, abandonaba la primera línea política Antonio Maíllo y Toni Valero se convertía en el nuevo coordinador general de IU Andalucía. Ahora mismo, en disputa qué es Adelante Andalucía, más allá del grupo parlamentario en el Hospital de las Cinco Llagas.

¿Debe ser Adelante una fuerza política eminentemente andaluza? ¿Qué relación ha de tener la confluencia andaluza con Unidas Podemos? ¿Ha de existir un subgrupo propio andaluz en el grupo confederal del Congreso? La disputa de última hora entre IU Andalucía y Anticapitalistas ha subido de tono. Los de Valero están dispuestos a abandonar el grupo parlamentario y a llegar a los tribunales si Rodríguez no borra Adelante Andalucía del registro de partidos políticos, que siga siendo solo una confluencia, una coalición de partidos. En la sombra, deambula qué relación mantener con los socialistas. Anticapitalistas no cree en la posibilidad de un cogobierno con PSOE, en el Estado, IU se sienta en el Consejo de Ministros de Pedro Sánchez. Mientras, Más País Andalucía y Andalucía por Sí negocian alianzas en municipios. Los errejonistas andaluces, de esta manera, podrían obtener representación institucional de la mano de este espacio heredero del Partido Andalucista. Al habla, distintas voces, desde Andalucía.

Teresa Rodríguez

La presidenta del grupo parlamentario Adelante Andalucía, la anticapitalista Rodríguez, ve claro que “hay una inquietud renovada de Andalucía por reivindicarse y eso se ve en el cine, en la música, en las redes”. Según explica, hay “una nueva generación que vuelve a mostrar la necesidad de agarrarse a sus raíces para cuestionar prejuicios y reivindicar el derecho a tener futuro en su tierra”. “El andalucismo, además, vinculado a la cuestión social es una identidad escudo de los egoísmos propios de la extrema derecha”, añade.

Esta inquietud andalucista, para la anticapitalista, se debe plasmar políticamente. “Se trata de construir una alternativa a las políticas que se han hecho hasta ahora y que en Andalucía no han funcionado y han condenado a esta tierra al subdesarrollo, se trata de no renunciar a las políticas verdaderamente valientes y rupturistas que podrían liberarnos de la condena de la dependencia”, valora. Adelante Andalucía, que integra ya a Podemos y Anticapitalistas por separado, debería ser un sujeto político propio, aunque haya fuerzas estatales en su interior, según su apuesta. Rodríguez lo explica así: “Abogo por una relación de compañerismo y respeto, pues nadie tiene que renunciar a nada, se trata de tener un espacio unitario y plural en su seno”. “En Catalunya no parece haber conflicto con eso entre los comunes, ICV y Podem”, pone como ejemplo.

Toni Valero

El análisis del coordinador general de IU Andalucía, Toni Valero, sitúa al andalucismo como una expresión que “ha tenido momentos álgidos cuando ha sido la expresión de un pueblo que ha tomado consciencia de su situación de subalternidad y a través de la bandera andaluza ha defendido el principio de igualdad, justicia social y democracia”. En este sentido, destaca la Transición, en la que “la bandera andaluza se opone a un estado dictatorial y centralista, por lo que tiene un discurso democrático hacia afuera, pero también un discurso hacia dentro de justicia social, pues la bandera también se levanta frente a los caciques”. Esta colocación del andalucismo como acompañante de las clases populares se ha borrado en gran medida durante los últimos 40 años por “la institucionalización del andalucismo por parte del PSOE-A que lo llevó a lo folclórico, mientras, por ejemplo, desindustrializaba nuestra tierra”.

Hoy en día, Valero le reconoce dos vectores importantes del andalucismo. Por un lado, “la veta cultural”, pues “en las nuevas generaciones, la cuestión del andalucismo mantiene un revival que no se reconoce en el andalucismo clásico y se ve en expresiones sociales, artísticas y culturales”. “Por otro lado, en la crisis de régimen de centro-periferia y de la España vaciada”, el líder de IU en Andalucía considera que “una identidad de estrategia de futuro ha de ser la del andalucismo, y si no lo es, estamos perdidos, entrará la ultraderecha a saco”. Apuesta por “un andalucismo para vincularlo a un modelo federal de Estado”.

Con respecto a cómo consolidar un sujeto político propio andaluz, Valero recuerda que tanto la IU andaluza como el PCA son, en sí, sujetos propios. “Yo milito en un sujeto propio andaluz que lleva una agenda andaluza toda mi vida, el PCA”, dice, añadiendo: “Eso no entra en contradicción con una concepción federal del Estado y la relación de las confluencias y organizaciones políticas”. Por eso, cree que, en la disputa actual por Adelante Andalucía, esta fue creada como “una expresión singular de Unidas Podemos en Andalucía, porque se sumaban fuerzas andalucistas y la propia IU y Podemos se vertebraban en un territorio con una tradición de izquierdas específica”. Y considera que esto debería tener plasmación en el Congreso de los Diputados, “una identificación de un subgrupo similar al de los gallegos”.

Martina Velarde

“El andalucismo es un ideal que consiste en la defensa de la diversidad cultural andaluza y la defensa de su memoria. Andalucismo y la defensa de la justicia social van de la mano”, define la nueva coordinadora de Podemos Andalucía. Prosigue Velarde: “No entendemos el andalucismo como arma arrojadiza contra otros territorios, ni como discurso de confrontación o que se utilice con intereses partidistas; el andalucismo lo entendemos como el compromiso de defender los intereses de la gente honesta y trabajadora de nuestra tierra, como la bandera que defiende las cosas del comer, como la manera de amar y de querer a nuestra tierra, que acoge, que cuida, que es soberana y solidaria”. “Podemos Andalucía está impregnado de andalucismo porque se integra por compañeros y compañeras que forman parte de las clases populares andaluzas y que están al servicio de la mayoría social”, añade.

Por ello, para la líder morada, Podemos forma parte de Adelante Andalucía: “Podemos Andalucía fue el principal promotor de la confluencia de Adelante Andalucía junto a IU y a otras fuerzas hermanas de inspiración progresista y andalucista”. “Gracias al voto de nuestra gente, que reconoció Adelante como el proyecto de confluencia donde estaba Podemos, se sacaron los resultados que se sacaron, los 17 parlamentarios andaluces, más de 500 cargos institucionales en todo el territorio andaluz, 22 diputados en las diputaciones provinciales...”, considera Velarde. Sin embargo, en cuanto a que los diputados andaluces tengan una especificidad en el Congreso, la número 1 de la formación de Iglesias en Andalucía, que es diputada en Madrid, considera: “Nos vamos a poner manos a la obra desde ya para que haya una agenda andaluza y que esta agenda sea asumida por el conjunto de nuestro grupo parlamentario. Creo que esto es lo importante ahora. No tiene sentido abrir debates que ya se cerraron y que no es el momento para volver a abrir”.

Pilar Tavora

Esta referente del Partido Andalucista y, posteriormente, impusora de Izquierda Andalucista destaca por la defensa de Andalucía también desde el mundo de la cultura y el teatro. Por ello, Tavora, desde la experiencia, augura lo que puede aportar Andalucía en el debate territorial al resto del Estado. “Primero, la propia posibilidad del debate, pues sin Andalucía no hay debate territorial o este será contra Andalucía. Segundo, la evidente necesidad de un nuevo modelo, ya que el existente es insuficiente. Tercero, nuestra tradición federalista”.

Para la dramaturga, “la necesidad de una fuerza política con voz propia, sin obediencia a los intereses de sus partidos centralistas en Madrid, sean de derecha o izquierda, es fundamental”. Recuerda que, cuando Andalucía tuvo esa voz propia “se pudo desbloquear la autonomía andaluza y pasar a ser nacionalidad histórica”. “Andalucía representa el 18% del territorio del Estado y aporta 61 diputados al Congreso y, sin embargo, como tal, no existe, no cuenta, no está, mientras otros territorios con unos pocos diputados juegan un papel fundamental”. “Los hechos y la realidad de la nación andaluza hablan por sí mismos y esos 61 diputados no han sido capaces de transformar esta realidad: el ranking de ciudades más pobres del Estado lo tiene Andalucía, la peor renta media anual por habitante la tiene Andalucía, los municipios con mayor tasa de paro los tiene Andalucía, siendo Andalucía el territorio potencialmente más rico del Estado”.

Esperanza Gómez

Esta exdiputada en Andalucía de Podemos y exsenadora dio el paso en las pasadas elecciones generales para ser cabeza de lista por Sevilla de Más País sin obtener representación. Como decíamos, Más País se acerca a Andalucía Por Sí para compartir proyecto municipal en algunos municipios donde los segundos tienen representación institucional. Para Gómez, la visión de Más País Andalucía es “andalucista y federalista”. “En el Estado español no existen mecanismos de cooperación federal que permitan la toma conjunta de decisiones entre el Estado y comunidades autónomas, compartimos muchos planteamientos con Andalucía Por Sí, como partido andalucista y federalista”, argumenta, reclamando mayor autogobierno para la comunidad autónoma sureña. “No creemos en el andalucismo de la impugnación a todo lo existente, sino en el que aporta soluciones viables a partir de lo existente”, suma.

El anhelo de Gómez es “cohesionar el bloque progresista de Andalucía” para “impedir que la actual mayoría parlamentaria que sostiene al Gobierno reaccionario en la Junta frustre la incorporación de Andalucía a una transición ecológica y social”. “Por eso, estamos proponiendo que los partidos progresistas y las organizaciones sociales articulen un foro social y político para la reconstrucción y la transformación de Andalucía que impulse la solución para nuestros problemas estructurales”, explica. Además, sobre la relación con Más País en otros territorios, la que fuera cabeza de lista por Sevilla apuesta por “articular una organización política federal no sólo en el ámbito estatal sino también en el europeo”. “Estamos en plena sintonía con Más Madrid y Más Región de Murcia, pero también vemos necesario estrechar relaciones con Compromís, la Chunta Aragonesista y con Equo, y en el ámbito europeo nos sentimos muy identificados con el Partido Verde Europeo y el proyecto de Green New Deal”, comenta a cuartopoder.

Maribel Mora

Esta diputada de Adelante Andalucía y activista por los derechos humanos cree que hace falta, para articular el andalucismo político, “una fuerza política que sea exclusivamente andaluza”. “Si creemos de verdad que Andalucía es un sujeto político nacional, yo lo creo absolutamente, ha de tener instrumentos políticos (partidos, sindicatos, asociaciones...) de ese ámbito nacional. Eso no puede ser negociable ni resolverse con estructuras autonómicas o federales”, valora, prosiguiendo: “Se habla de que hay que construir un partido como sujeto político andaluz, pero eso es un sinsentido, pues es a Andalucía a la que debemos construir como sujeto político de carácter nacional y los partidos y organizaciones son instrumentos para ello”.

“El único camino posible para un nuevo andalucismo es el de la lucha por la soberanía en todos los ámbitos, tales como alimentario, económico, energético, territorial, cultural y también político, y contra la dependencia, la subordinación y la alienación”, considera Mora, quien también apuesta por “extender el conocimiento y conciencia de nuestra identidad histórica, cultural y política”. “Hay grupos que están ya en esa línea, pero casi todo está por hacer”, sintetiza.

Joaquín Bellido

El coordinador nacional de Andalucía Por Sí, una de las fuerzas políticas herederas del Partido Andalucista, como Izquierda Andalucista o Primavera Andaluza, también participa en el debate impulsado por cuartopoder. Bellido destaca cómo “los movimientos sociales, en sus protestas, cada vez muestran más la necesidad de sacar la bandera andaluza” y pone como ejemplo “el trabajo de sindicatos como el SAT”. “Uno no se levanta andalucista de la noche a la mañana, se es andalucista porque nos duele nuestro pueblo, por agravio comparativo, porque seguimos el hilo marcado por Blas Infante”, añade.

Andalucía Por Sí está en búsqueda de un entendimiento con Más País, como hemos dicho. “Estamos trabajando dentro del marco territorial para que no nos quedemos descolgados los andaluces. La intención es establecer un debate y crear espacios con fuerzas de izquierdas con la intención de que Andalucía no se quede fuera. Hablamos con Más País y con Iniciativa del Pueblo Andaluz en ese sentido” cuenta, prosiguiendo: “Es necesario aglutinar, coger fuerzas para que se vea que Andalucía, con la población y el territorio que tiene, ha de entrar en el debate territorial, sobre todo, viendo que hay un marco territorial que se va a discutir, queremos dejar de ser una colonia española”. Sin embargo, advierte sobre este proceso de aglutinar fuerzas andalucistas: “Hace siete meses hubo unas elecciones generales y se claudicó ante el todopoderoso Pablo Iglesias”.

Óscar Reina

El coordinador nacional del Sindicato Andaluz de Trabajadores (SAT) también valora que “el debate andalucista está en un momento de emergencia, con más fuerza que nunca”. “La crisis capitalista del 2008 no se ha ido y se agudiza más con esta nueva crisis de la covid-19 y, en Andalucía, se convierte en endémica por una economía basada en el monocultivo y turismo y agudiza más las contradicciones del sistema en nuestra tierra, las cuales el Gobierno neofascista se están encargando de incrementarlas”. “Intentan, además, borrar nuestra memoria diciendo que Lorca o Blas Infante fallecieron, como dicen en Canal Sur, quieren dar más importancia al día de la Toma de Granada que al 4-D”, alerta el líder sindicalista que piensa que “es momento de repensar nuestro futuro, si no nos queda mucho tiempo de seguir estando marginados y ser mano de obra barata para los ricos de Europa”.

Sobre el debate político y organizativo que se da más a la izquierda del PSOE, Reina cree que “todo lo que se haga con tintes andalucistas y soberanistas es poco”, pero advierte: “Hay que tener cuidado, ya hemos visto cómo terminó el Partido Andalucista y cómo utilizó el PSOE falsamente la bandera andaluza para envolverse en ella y dejarnos igual, como la mano de obra barata de Europa”. “Hacen falta instrumentos desde abajo, desde los tajos, los centros de trabajo, los barrios, lo pueblos. Todo lo que sirva para organizar un sujeto político propio andaluz, es bueno”, considera el del SAT.

Rubén Pérez Trujillano

Este doctor en Derecho por la Universidad de Sevilla y colaborador de cuartopoder reflexiona sobre el actual momento político para el andalucismo. “Es muy probable que el desdén del Gobierno del PP y Ciudadanos hacia los símbolos andaluces haya alentado la protesta pública en clave andalucista y esto es muy interesante porque supone la reivindicación política y social de presupuestos culturales, se está extendiendo una defensa de Andalucía como nación cultural y política o, por seguir el lenguaje constitucional imperante, como nacionalidad”, describe Pérez Trujillano. Este especialista en Historia del Derecho y de las Instituciones y Derecho Constitucional detecta “un segundo proceso de disociación entre la Andalucía oficial y la Andalucía real”. Frente a “ese mastodonte burocrático que se llama Junta de Andalucía", nos habla de “la Andalucía real”, la cual “está representada por los sectores de la sociedad civil que no sólo se han indignado, sino que han salido a la defensa de su condición popular y nacional”.

Además, cree que “podría parecer que el andalucismo está en retroceso, como indicarían ciertos factores objetivos: el auge del nacionalismo español, la descomposición del Partido Andalucista, la dispersión de esfuerzos y la división del andalucismo militante”, pero, “en el fondo, me parece que el andalucismo político está a punto de germinar sobre un caldo de cultivo compuesto de cenizas, estiércol, savia nueva e incluso algún que otro árbol con abolengo”. “El andalucismo no resurgirá hasta que el nuevo andalucismo se imponga sobre el viejo andalucismo”, vaticina. Para ello, considera que “hacen falta partidos compuestos y dirigidos por andaluces y andaluzas, que no tengan que pedir permiso al jefe que está en Madrid”. “No puede administrarse la cosa pública desde la distancia y la subordinación hacia otros centros de poder”, explica, prosiguiendo: “Toda cercanía entre sociedad y partidos es poca, como denunciaron los movimientos del 15M y el 4-D”. “Andalucía es una nacionalidad histórica y todos sus poderes emanan de la Constitución y el pueblo andaluz. Sin embargo, no parece que el pueblo andaluz disponga de muchos instrumentos propios”, concluye, en referencias a partidos andaluces.

Jesús Jurado

Este politólogo andaluz ha trabajado en el área de discurso de Podemos y suele escribir artículos y reflexiones acerca del andalucismo. A Jurado, le hemos preguntado por ejemplos que permitan suponer que hay un andalucismo cultural y social floreciente y subraya diferentes cuestiones. “Por un lado, tenemos la disputa por la normalización del andaluz en la esfera pública. Al estreno de La Peste, en 2018, siguieron otras series como Malaka o películas como La trinchera infinita o Intemperie en las que sus protagonistas se expresan en andaluz sin complejos y es precisamente el conflicto y la polémica que acompaña a estos productos lo que les da un carácter político: la indignación que sentimos muchos andaluces al ver las críticas de tanta gente contra el habla andaluza conduce necesariamente a una reflexión sobre nuestra identidad”.

“En el ámbito musical, se está viviendo un auge de artistas que ponen su identidad en el centro, de una u otra forma. Ya sea el nuevo rock andaluz de Derby Motoreta’s, la innovación de Rocío Márquez en el flamenco, el rap de Ayax y Prok desde el Albayzín o la electrónica de Califato ¾. Estos últimos puede que sean los más conscientes y militantes y sin embargo están llegando a públicos muy amplios, incluso participan este año en la Bienal de Flamenco de Sevilla”, enumera el politólogo malagueño, que continúa: “Surgen marcas de moda alternativa con diseños andalucistas, videojuegos made in Andalucía… El cómico Manu Sánchez, abiertamente andalucista, presenta su propio talent show en Canal Sur. Y hay avances de más calado teórico o académico, como el feminismo andaluz articulado en torno a revistas como La Poderío, el podcast de debate histórico y político Café en Andalú o la consolidación de la propuesta EPA de escritura en andaluz en el ámbito digital”.

“Creo que estos fenómenos forman parte de un movimiento amplio y difuso por el reconocimiento y la dignificación de la cultura andaluza, hoy no basta con decir que ser andalucista es defender el derecho de los andaluces a llegar a fin de mes, tal vez sea el momento de reabrir desde Andalucía el viejo debate entre reconocimiento y redistribución y comprender que, sin la dignificación en todos los ámbitos (también el institucional) de una comunidad históricamente discriminada, no hay política redistributiva que pueda hacernos justicia”, finaliza Jurado.

Leave A Reply